San Francisco de Macorís/Jose Valdez, A solo días del llamado a huelga, los partidos y líderes de la oposición ha guardado un sospechoso silencio, mientras el partido de gobierno, el PRM, se sumerge en una lucha interna sin nadie quien lo defienda.
En vez de una respuesta unificada ante los desafíos del país, lo que se observa es una guerra de egos dentro del oficialismo.
Más preocupante aún es la campaña que se ha desatado contra el senador Franklin Romero, lo que deja entrever intereses ocultos dentro del propio PRM.
Para nadie es un secreto que hay dirigentes con aspiraciones a la senaduría, y todo indica que la verdadera oposición no está en los partidos contrarios, sino dentro del mismo gobierno.
Pero la batalla interna no se limita a cargos legislativos. La guerra por las candidaturas presidenciales dentro del PRM se hace cada vez más evidente, dejando de lado la gestión actual y generando divisiones que debilitan la imagen del partido.
En lugar de enfocarse en gobernar y responder a las necesidades del pueblo, los líderes oficialistas parecen más interesados en posicionarse para el 2028.
Mientras tanto, la huelga convocada sigue sin encontrar una respuesta firme, y el país observa con incertidumbre cómo el gobierno luce sin defensa y sumido en sus propias disputas internas.
La gran pregunta es: ¿quién está gobernando realmente en nuestra ciudad? Si el PRM no logra reencontrarse y definir una estrategia clara, el mayor enemigo de este gobierno será su propia cúpula.