La Navidad de ayer otra tradición que está desapareciendo

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San Francisco De Macoris/ José Valdez La Navidad, aquella época mágica que por décadas simbolizó unión, esperanza y alegría, ha cambiado drásticamente con el paso del tiempo. Lo que una vez fue un momento sagrado para la reunión familiar, las tradiciones y el compartir, hoy parece desvanecerse entre la modernidad y la desconexión.Antes, el 24 de diciembre tenía un significado especial. Las familias se sentaban juntas a la mesa para compartir la cena de Nochebuena, y era común "pasar el plato" entre vecinos, amigos y familiares, como un gesto de generosidad y solidaridad. Cada hogar enviaba un poco de su cena, y a cambio recibía muestras de cariño en forma de pasteles, arroz, ensaladas y demás platos típicos de la ocasión una copa de ponche sobre todo el crema de oro. Este acto representaba más que la comida: era una expresión de comunidad y afecto.Otro elemento mágico de la Navidad era la llegada de los familiares que vivían en el extranjero. Estas visitas eran el momento más esperado del año, especialmente para aquellos que tenían seres queridos en otros países. La emoción de reencontrarse y celebrar juntos abriendo la maleta . Muchas familias planifican con meses de anticipación, y la casa eran todas pintadas el amor de navidad con la prima de un amigo Sin embargo, el tiempo y los cambios culturales han diluido estos momentos únicos. Con la llegada de la globalización y la inmediatez tecnológica, las reuniones han perdido ese encanto especial. Hoy, muchos optan por enviar mensajes de texto o realizar videollamadas en lugar de esforzarse por estar juntos físicamente. Las tradiciones como "pasar el plato" se han vuelto raras, y la música navideña tradicional, como los merengues, ha sido desplazada por géneros modernos que no evocan la misma nostalgia ni unión.Los años 90 marcaron un punto de inflexión. Con el auge de nuevas formas de entretenimiento llega el nintendo los vicios y un enfoque más consumista, la Navidad comenzó a perder su esencia familiar. Aunque la llegada de familiares desde el exterior sigue siendo significativa, la conexión ya no tiene el mismo impacto cuando las redes sociales han creado la ilusión de estar "cerca" todo el año.Es urgente hacer un llamado a la reflexión y rescatar el verdadero significado de la Navidad. Las tradiciones no tienen que desaparecer; al contrario, podemos adaptarlas a los tiempos modernos sin perder su esencia. Recuperemos la alegría de "pasar el plato el primer jumo cenar en familia en la mesa ", reencontremos la emoción de recibir a nuestros familiares y hagamos de la mesa navideña un espacio para compartir historias, risas y amor.La Navidad no es solo una fecha; es un recordatorio de nuestras raíces, de la importancia de la familia y de los valores que nos unen como sociedad. Este 24 de diciembre, hagamos un esfuerzo consciente por revivir esas costumbres que alguna vez hicieron de nuestra Navidad un momento inolvidable


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