Franklin Romero el senador que tiene timbales para denunciar lo que otros callan

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San Francisco De Macoris/Jose Valdez, El senador Franklin Martín Romero se ha consolidado como una de las figuras más valientes y directas del Congreso Nacional, un legislador que no se esconde, no negocia principios y no tiene miedo de denunciar irregularidades sin importar de dónde provengan.

Su conducta pública ha demostrado que es un senador con carácter, con coraje y con la determinación necesaria para enfrentar situaciones que otros prefieren callar o maquillar.

Recientemente, Romero volvió a levantar la voz en defensa de los productores agropecuarios de la provincia Duarte afectados por las intensas lluvias provocadas por la tormenta Melissa.

Desde el Senado exigió al Ministerio de Agricultura la realización de un levantamiento real, responsable y detallado para identificar con precisión quiénes fueron verdaderamente afectados.

El senador advirtió que en experiencias pasadas hubo personas que recibieron ayudas sin haber sufrido daños reales, algo que calificó como una falta grave y un irrespeto hacia los agricultores que sí perdieron sus cosechas.

A pesar de que reconoció los esfuerzos del ministro Limber Cruz, quien supervisa directamente la verificación en el terreno por instrucciones del presidente Luis Abinader, Romero dejó claro que la vigilancia institucional no basta y que él mismo, desde su rol constitucional, dará seguimiento continuo a cada paso del proceso.

Su misión es asegurar que la ayuda llegue a quienes realmente la necesitan y evitar que manos irresponsables o malintencionadas vuelvan a aprovecharse de los recursos destinados a los más perjudicados.

Este tipo de posiciones contundentes no son nuevas en Franklin Romero. A lo largo de su carrera legislativa ha demostrado que no mira banderas políticas para actuar.

Ha enfrentado casos de desorden administrativo, ha cuestionado decisiones que no se ajustan a la ley y ha denunciado irregularidades aun cuando estas provienen de sectores con poder o cercanos al oficialismo. Para él, la labor de un senador no se limita a legislar desde un escritorio, sino a fiscalizar, supervisar y defender los intereses de la gente que lo eligió.

Romero sostiene que la Constitución y la Ley Orgánica del Congreso Nacional otorgan a los senadores la responsabilidad de vigilar el uso adecuado de los recursos públicos, exigir transparencia, denunciar distorsiones y proteger los derechos de los ciudadanos. Por eso no teme incomodar, porque entiende que su rol no es complacer, sino defender.

En la provincia Duarte, Franklin Romero ha demostrado liderazgo real, cercano y valiente. No es un senador decorativo ni distante; es un representante que se mete en los temas difíciles, que investiga, que denuncia y que actúa. Su estilo frontal y decidido ha marcado una diferencia notable en tiempos donde


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