
San Francisco de Macorís/Jose Valdez , En el marco de la conmemoración del Día de Juan Pablo Duarte, resulta alarmante y preocupante que la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), presidida en esta ciudad por el profesor Rober Frías, contemple la posibilidad segun fuentes de realizar protestas durante el desfile cívico-militar.
Este acto solemne no debe ser utilizado nunca en la vida como plataforma para demandas gremiales que pueden ser gestionadas de manera responsable y a través de los canales correspondientes.
El desfile cívico-militar es un homenaje a los ideales de libertad, justicia y patriotismo que encarnó Juan Pablo Duarte, y cualquier intento de empañar esta celebración constituye una falta de respeto hacia nuestra historia y hacia el pueblo dominicano.
Politizar esta fecha no solo desvirtúa su significado, sino que también pone en riesgo la seguridad y el orden de un evento que pertenece a toda la ciudadanía donde miles de niños y sobre todo estudiantes estaran presente.
Como presidente de la ADP en esta ciudad, el profesor Rober Frías tiene la responsabilidad de guiar a su gremio por un camino de civismo y respeto hacia los valores patrios.
A nuestro entender es un momento para reflexionar y demostrar altura como líder, evitando que su nombre quede asociado con acciones que deshonren una fecha de tanta trascendencia histórica.
La historia juzgará con dureza a quienes, en lugar de enaltecer la memoria de Duarte, decidan utilizar este día como escenario para el conflicto y la confrontación.
La visita del Presidente de la República a nuestra ciudad, que se extiende durante dos días, brinda una oportunidad idónea para que la ADP solicite una reunión formal y plantee sus inquietudes de manera respetuosa y constructiva. Optar por el camino del diálogo es una demostración de madurez y compromiso, mientras que elegir la vía del desorden sería un error imperdonable que podría marcar negativamente el legado de quienes lideran este gremio.
Hacemos un firme llamado al profesor Rober Frías y a los miembros de la ADP a reconsiderar cualquier acción que desvirtúe esta importante fecha. Honrar la memoria de Duarte exige unidad, civismo y respeto por nuestra patria.
No permitamos que intereses particulares empañen un evento que pertenece al pueblo dominicano el Día de Juan Pablo Duarte debe ser un símbolo de orgullo nacional y un recordatorio del sacrificio de quienes nos dieron libertad.
Que su legado inspire a todos los líderes, especialmente a quienes tienen el privilegio de guiar y formar a las próximas generaciones, a actuar con sabiduría y responsabilidad es una simple opinión de este humilde servidor .